Carta a un amigo

Querido amigo,

Ya se que te fuiste y te marhaste para no volver, no me lo dijiste con previo aviso pero caminaste en una dirección que por más que busqué en el callejero no me salía. Recuerdo como pestañeabas sin parar cuando te decía que si seguías por ese camino, caminarías para no volver.

No te hacían faltas maletas, ni billetes de avión ya que, tu viaje llevaba un billete de ida hacia la tristeza. Recuerdo el aroma de tu colonia Lacoste Essentia, olor de frescura junto a tu polo blanco y el pelo mojado cuando te duchabas. La forma tan canalla de coger el cigarrillo, una sonrisa picara y de fondo esa estrofa de una canción de Joaquín Sabina que siempre cantabas y repetías una y otra vez:» Hoy venía en el diario el careto del más alto, no lo había vuelto a ver desde aquel día; escapaba del asalto al chalé de un millonario y en la puerta le esperó la policía. Mucha, mucha policía… «

Has sido sido cómplice y testigo de cada una de mis batallas. Tu brazo se tendía para cada uno de mis malos momentos y me diste el mejor consejo que me dieron nunca » Lo que haga tu mano izquierda que no lo sepa la derecha». Se que en ese lugar al que te fuiste para no volver ahora es tu sitio y le llamas hogar, debe ser delicado e intenso, con miles de calles en las que cada día seguro que tienes historias infinitas para reír y otras muchas para llorar.

Todos los días aplaudo tu valentía por conquistar ese mundo que para todos es desconocido, no dejes de volar alto, no pares de conseguir cada una de las metas allí donde estás. Defiende con orgullo en tu lugar tu nombre, que en el mio ya me encargo yo.

Tranquilo,soy yo la que se despide para que te sea más fácil marcharte sin despedirte y no te olvides este adiós no maquilla un hasta luego.

 

Te quiero amigo 🙂

 

 

 

 

 

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